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Valleoscuro es un queso láctico de corteza envuelta en carbón vegetal y textura entre mantecosa y cremosa, que va licuando según avanza en maduración. Refrescante, herbáceo: tiene algunos matices que recuerdan muy ligeramente a el champiñon.
Descripción
Valleoscuro es un queso láctico de corteza envuelta en carbón vegetal y textura entre mantecosa y cremosa, que va licuando según avanza en maduración. Refrescante, herbáceo: tiene algunos matices que recuerdan muy ligeramente a el champiñon.
Transforman la leche de la ganadería familiar, un rebaño de cabras de raza malagueña que se alimenta y vive en pastoreo, alimentándose de la riqueza vegetal que ofrece Sierra Morena:
Retoma, tomillo, bellota, heno silvestre y hojas de olivo.
Todos estos matices, se trasladan a la leche.
Su recubrimiento con ceniza se usa para conservar el queso y retirar humedad del mismo, procede de hueso de aceituna carbonizado.
Su corteza, de color blanco es comestible y, está cubierta con una fina capa de moho blanco y parcialmente de ceniza.
Su pasta, muy blanca, es lisa, densa y delicadamente fluida y cremosa justo debajo de la corteza.
Es un queso tierno y suave, de sabor caprino y agradablemente fresco, que ofrece notas de crema y avellana. El queso huele a musgo y leche.
El Valleoscuro como todos los otros quesos, necesita llevarse a temperatura ambiente, para poder gozar en plenitud de toda su fragancia de matices y sabores.
Combina bien con frutos secos o nueces, acompañado de un crujiente pan de payes, funde muy bien, por lo que también servido caliente sobre ensaladas, verduras y patatas cocidas, y como no, en tablas de quesos pondrá una nota de originalidad su forma cuadrada.
